Abril 2013, número 18
 
Lucas Marketwalker, el Jedi financiero (y II)

En el número anterior dejamos a Lucas Marketwalker escapando de la Estrella del Rescate con sus nuevos amigos, tras la dolorosa pérdida de su mentor Tobi-Juan Quenove. Ahora, los rebeldes saben que el enemigo a batir es el temible Darth Dollar, verdadero ideólogo de los espeluznantes rescates financieros con los que el Fondo Mentecato Internacional (FMI para los amigos) está aniquilando las pequeñas economías de la galaxia.

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Mac Alone y la princesa Lela (entre quienes surge de inmediato una previsible relación de amor-odio) asumen la tarea de poner en marcha la estrategia rebelde, basada en el desarrollo de pequeñas comunidades económica, social y ambientalmente sostenibles. Por supuesto, se trata de una tarea en extremo delicada que requiere el mayor secreto, ya que el FMI se mantiene alerta para sabotear estos experimentos subversivos. ¿Quién sabe lo que podría ocurrir si tales iniciativas fueran promovidas a niveles regionales o incluso nacionales?

Por su parte, Lucas se da cuenta de que necesita mejorar su preparación financiera si quiere tener alguna oportunidad frente a Darth Dollar. Afortunadamente, Tobi-Juan Quenove, tras hacerse uno con la Fuerza (eufemismo para indicar que dejó atrás las miserias del cuerpo físico), le sigue asesorando desde esa dimensión intermedia do moran los espíritus. Sin embargo, ambos terminan comprendiendo que la magnitud del desafío exige un entrenamiento algo más presencial, ya que el ectoplasma de Tobi-Juan no da abasto para cubrir las necesidades formativas de Lucas, futuro paladín de las finanzas inclusivas.

"El tiempo apremia y el ecto-learning no resulta suficiente en este caso, joven Lucas. Es preciso que completes tu educación con el Jedi Financiero Supremo, el Maestro de Maestros… ¡el Coach Yoda!".

Con tal propósito, nuestro protagonista se encamina al planeta en el que el Coach Yoda disfruta de su jubilación. El mentado gurú resulta ser un hombrecillo minúsculo y poco agraciado (otro eufemismo), y Lucas no consigue ocultar su escepticismo sobre las excepcionales capacidades que se le atribuyen. Yoda se percata de los pensamientos de su aprendiz y le espeta con desaprobación: "El tamaño no importa. ¿Por mi tamaño me juzgas? Hmm. Hmm. Pues hacerlo no deberías. Pues mi aliada es la Fuerza Financiera, y una poderosa aliada es. ¿Acaso crees que las grandes corporaciones más capaces de crear felicidad y riqueza que las pymes son? Cegado estás por el esplendor de las multinacionales, joven Marketwalker, lo cual camino seguro al Lado Oscuro de las Finanzas es. Mucho trabajo contigo voy a tener".

Efectivamente, el pequeño coach se revela como un maestro exigente e implacable, dispuesto a hacer de Lucas un experto economista con nivel de MBA. "Maestro Yoda, juro que tengo el cerebro derretido. ¿No podemos descansar un rato?".

"Darth Dollar formidable oponente es. Te comerá de aperitivo si tu formación no mejoras. Repasemos de nuevo los peligros de las CBO y su papel en la gestación de la crisis actual. Collateralized debt obligations. Hmm. Estoy esperando…"

Un día, mientras se "relaja" hojeando un holograma del Financial Times, Lucas tropieza con una noticia que le sobresalta: una de las eco-ciudades fundadas por Mac Alone y Lela ha sido localizada por el FMI y está siendo objetivo de un terrorífico asedio por medio de tres nuevos macro-centros comerciales, para cuya construcción se han talado varias hectáreas de bosques primarios. Además, la economía local no parece capaz de resistir mucho más tiempo la competencia de algunas de las marcas patrocinadas por los mentecatos, que fabrican sus productos en los planetas más empobrecidos de los confines galácticos (con costes bajísimos y en condiciones laborales precarias, como mandan los cánones imperiales).

"¡Debo acudir de inmediato en su ayuda!", anuncia Lucas a su maestro mientras le muestra la preocupante información.

"Demasiado verde estás aún, joven Marketwalker", se lamenta Yoda. "De más provecho para tus amigos serás cuando tu educación completes".

"¡Para entonces la Alianza de Rebeldes Indignados ya habrá sido derrotada, Yoda! Tengo que ir ahora, cuando aún puedo hacer algo. Sé que me falta mucho por aprender, pero intentaré poner en práctica todo lo que me has enseñado sobre el uso de la Fuerza Financiera".

En ese momento, Yoda suspira y lanza su celebérrima y emblemática frase, harto repetida en el mundo del liderazgo y el coaching: "¡No lo intentes! Hazlo o no lo hagas… pero no lo intentes".

Tras una emotiva despedida, Lucas se dirige a la eco-ciudad amenazada, dispuesto a enfrentarse al mismísimo Darth Dollar en defensa de un nuevo orden económico más equitativo. La ocasión se presenta mucho antes de lo que espera, ya que Darth Dollar ha percibido la Fuerza Financiera que irradia el joven y está esperándolo en el restaurante gourmet de uno de los macro centros comerciales:

"La Fuerza es muy poderosa en ti, joven Marketwalker, pero eres todavía un diamante en bruto. No eres adversario para mí".

"Tus condescendientes palabras no me acobardan, Darth Dollar", contraataca Lucas, con la chulería propia de la juventud. "Cada vez somos más los que nos oponemos a vuestras crueles prácticas comerciales, económicas y financieras, y nuestra será la victoria final".

Con claro propósito de ofender, Darth Dollar lanza un sonoro bostezo: "Las proclamas y soflamas no nos van a llevar a ninguna parte, muchacho… Pensaba que el difunto Tobi-Juan te habría aportado conocimientos algo más sustanciosos".

Cediendo a la provocación, Lucas se enzarza de inmediato en un cruento duelo dialéctico con Darth Dollar, lleno de tecnicismos, jerga, gráficos y fórmulas. En un momento dado, Darth Dollar sonríe y cambia el enfoque: "Parece que ninguno de nosotros está dispuesto a aceptar las teorías del otro. Sin embargo, estoy seguro de que pronto comprenderás que mis realidades son mucho más atractivas que las tuyas. Si te unes a mí en el Lado Oscuro de las Finanzas, disfrutarás de todo tipo de incentivos y recompensas: bonus, stock options, contratos blindados con indemnizaciones millonarias… Todo eso y más será tuyo si aceptas mi guía y mi tutela. ¿Qué sentido tiene preocuparse por la prosperidad de planetas y comunidades que no verás en tu vida, si puedes usar tu talento para aumentar tu riqueza y la de las personas que te rodean?".

Lucas responde con el mayor desprecio: "¿Las personas que te rodean? ¿Qué puedes saber tú de eso? No eres más que un depredador solitario y sin alma".

Entonces Darth Dollar se prepara para el gran golpe de efecto: "Oh, joven Marketwalker… no siempre fue así. Yo era un hombre normal hasta que tus amigos Toby-Juan y Yoda me arrebataron todo lo que me importaba. Lucas… Yo… ¡soy tu padre!".

Lucas, que ni remotamente esperaba semejante salida, apenas puede balbucear una protesta. "Sabes en tu corazón que digo la verdad, hijo mío. Quédate conmigo y no habrá límites a nuestro poder. Desbancaremos al actual director del FMI e impondremos nuestras propias reglas en todo el Universo. Si es importante para ti, incluso te prestaré unos cuantos planetas para que experimentes con eso que llamas negocios en la base de la pirámide, mientras te convences de que mi estilo es mucho más lucrativo y satisfactorio".

Antes de que Lucas pueda abrir la boca, el aludido director del FMI entra en escena: "¡Traidor! ¡Sospechaba que si lograbas sumar la Fuerza Financiera de tu hijo a la tuya propia te volverías contra mí! Muy bien, joven Marketwalker, he aquí mi contraoferta: te ofrezco ser subdirector del FMI. Si rehúsas tal oportunidad, serás anotado de inmediato en una lista galáctica de morosos e insolventes. Nunca jamás podrás abrir una cuenta bancaria, ni tener tarjeta de crédito, ni conseguir un préstamo… ¡Serás un excluido financiero para el resto de tus días!".

"¡Noooooooo!", brama Darth Dollar. Como hasta el sujeto más canalla del Universo parece tener alguna oportunidad de redención, en ese momento Darth Dollar da rienda suelta a su vena paternal y se lanza al cuello del que hasta entonces había sido su compinche en todo tipo de tropelías financieras. Tan entretenidos están en atizarse mutuamente que las fuerzas rebeldes, comandadas por Lela y Mac Alone, se hacen con el control del lugar sin apenas oposición. Darth Dollar, el director del FMI y todos los gerentes del organismo son arrestados. Lucas asume el mando de la sala de ordenadores desde la que se controlan las finanzas del Universo y su primera acción es enviar un mail a Yoda: "Hecho".

¡Que la Fuerza Financiera nos acompañe a todos!


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